La reciente ceremonia en el Congreso
para colocar una estatua en tonos sepia de la señora Rosa Parks, ícono del
movimiento de derechos civiles, me hizo preguntar qué hubiera pensado ella
sobre este lamentable espectáculo de los políticos abriéndose paso a empujones
para que le sacaran la foto. Se supone que su motivo era alabar a la costurera
digna y callada quien se hartó de ceder su asiento en el autobús a los
pasajeros blancos y dijo: NO.
Casi todos
los políticos mencionaron esas mismas palabras: callada, digna, religiosa. Pero
sobre todo callada.
Desde su
perspectiva tras el telón de la historia, ¿ella reconocería al ser que los
políticos han moldeado en piedra, así congelando un solo momento en su larga y
plena vida?
Es dudoso,
porque su vida no terminó el 1 de diciembre de 1955 cuando ella se negó a ceder
su lugar en el autobús. Eu vida de activista tampoco comenzó en aquel momento.
Rosa Parks
había sido integrante y secretaria de la Asociación Nacional para el Progreso
de la Gente de Color (NAACP) durante más de una década antes de esa fecha.
Pero lo que
es más importante, ella apoyó y/o se unió a una plétora de movimientos y
organizaciones negras, incluyendo el Grupo Nacionalista Negra, la República de
Nueva Afrika; también participó en las escuelas negras independientes y la
lucha por reparaciones, entre otras.
Ella
admiraba a Malcolm X y apoyó la autodefensa armada de los negros. Se opuso
activamente a las guerras imperiales, desde Vietnam hasta Irak, y trabajó en
contra del encarcelamiento masivo y a favor de la abolición de la pena de
muerte.
Ahora
entendemos por qué Rosa Parks fue congelada en piedra, encerrada en los eventos
del 1 de diciembre de 1955. Prudente. Callada. Como Martin Luther King, ella
fue congelada en piedra y tiempo por los políticos que quieren mostrarse
progresistas, pero que diariamente defienden programas de represión de Estado.
En su
reciente libro The Rebellious Life of
Rosa Parks (La vida rebelde de Rosa
Parks), la profesora Jeanne Theoharis relata una vida de resistencia, de
radicalismo, de compromiso social cada vez más fuerte, y sí, de cambio, el cual
la enriqueció y no la dejó en un autobús, congelada en el hielo del 1 de
diciembre de 1955.
La suya fue
una vida de rebelión.
Desde
la nación encarcelada, soy Mumia
Abu-Jamal
--© ’13 maj
4 de marzo de 2013
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
4 de marzo de 2013
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
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